Las tan nombradas tarjetas “revolving” son un tipo de tarjetas de crédito donde en lugar de devolver el saldo dispuesto de manera mensual, la devolución se realiza en “cómodos plazos” mes a mes, abonando unos intereses remuneratorios.
En la práctica, esto se traduce en una espiral o bucle de abono de intereses, donde el consumidor paga mensualmente una cuota fija que -en su gran mayoría- va destinada a satisfacer unos intereses normalmente usureros.
Han sido reiterados los pronunciamientos judiciales al respecto, incluso por parte del Tribunal Supremo, y son dos las conclusiones casi generales que podemos extraer de este tipo de productos:
- No se negocian con transparencia; el cliente no conoce realmente el funcionamiento del producto.
No sabe el interés real a abonar, cómo se calcula, ni cómo se amortiza el principal debido.
- Los intereses pactados son usureros; como indica la Ley de la represión de la Usura “un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso”.
No son extraños en estos casos intereses del 26 % (Véase el caso de la Sentencia del Tribunal Supremo núm. 149/2020 de 4 de marzo de 2020).
En ambos casos, la consecuencia es la misma: la nulidad de la cláusula que establece los intereses remuneratorios y, por tanto, la obligación de la entidad bancaria de devolver lo percibido ilegítimamente en concepto de intereses.
Y esta nulidad es radical, absoluta e imprescriptible.
Es buen momento para revisar las diferentes tarjetas de crédito que hemos formalizado a lo largo de los años, pues quizá alguna de estas se trate de un crédito “revolving”.
No importa que el crédito se haya cancelado y los intereses satisfecho al 100 % años atrás; la cláusula sigue siendo nula y la entidad tiene la obligación de reintegrar lo percibido en concepto de intereses.
Intereses que en la multitud de los casos supera, con creces, la cifra del principal debido.
Si quiere saber si su tarjeta o crédito es “revolving” y tiene derecho a devolución de lo abonado en concepto de intereses, consúltenos sin compromiso.